La pandemia del nuevo coronavirus ha cambiado la forma en que las personas se relacionan, viven y consumen. Esta nueva normalidad -expresión que comenzó a usarse para designar los cambios que están ocurriendo en el mundo- mucho más que una transformación inmediata en la rutina de la población, debe generar impactos a largo plazo en el comportamiento de las personas y las marcas.
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Este escenario de crisis trajo a las marcas el desafío de comprender estos cambios y reposicionarse para un mundo pospandemia. Para descubrir el nuevo papel de la marca en esta nueva normalidad, es necesario comprender las expectativas de los brasileños en relación a su posicionamiento. Actividades como las donaciones a instituciones de salud y la fabricación de productos que ayuden a controlar la propagación de la enfermedad son los principales puntos observados.
Además, R/GA promovió la encuesta Mejores prácticas para la nueva normalidad comprender cómo los problemas que surgieron durante la cuarentena pueden influir en el comportamiento del consumidor hacia las marcas.
Detonantes culturales que deben permanecer en la 'Nueva Normalidad'
Revisa algunos detonantes culturales, que deben permanecer en la sociedad con la llegada de la nueva normalidad:
1. Oficina en casa
Con el aislamiento social, muchas personas necesitaban adaptar sus hogares a la rutina laboral, y las marcas se embarcaron en este movimiento a través de vidas musicales, programas de ejercicios en casa y con un crecimiento exponencial de las plataformas digitales de trabajo.
2. Centrarse en el colectivo
La crisis despertó una mirada diferente al conjunto y el público empezó a pensar en el colectivo. Esto debería expandirse a una revisión de los modelos comerciales, ya que a las empresas se les ha encomendado marcar la diferencia para sus empleados y consumidores.
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3. La importancia de lo esencial
La crisis viene afectando a las familias de diferentes maneras, principalmente en términos de ingresos. Esta situación provocó una nueva mirada a lo que se considera realmente esencial, reduciendo el consumo de cosas superfluas. Es hora de que las empresas comiencen a pensar en cómo seguir siendo relevantes para los consumidores e invertir en soluciones rentables en esta nueva normalidad.
4. Crecimiento digital
Las actividades que se hacían de manera presencial migraron al entorno digital con la implementación del aislamiento social. Los consumidores que no estaban acostumbrados a utilizar los servicios digitales para comprar, por ejemplo, encontraron en el comercio electrónico una forma segura de mantener el consumo.
5. El poder de la experiencia
La oportunidad de vivir experiencias fuera de casa se valorará aún más en esta nueva normalidad con la reanudación de actividades y el control de la pandemia. Las empresas tendrán el reto de crear experiencias que sigan las normas de convivencia y que, al mismo tiempo, refuercen la relación con el público.