El marketing inclusivo cobra una importancia creciente, que no deja de crecer, principalmente por el papel de los movimientos sociales en las pautas de identidad. Pero, ¿de qué se trata este concepto? El marketing inclusivo se puede definir como una estrategia que tiene como objetivo crear contenidos y campañas que reflejen la diversidad, dejando así atrás una construcción social problemática, que exalta a un solo grupo social. Es decir, con esta herramienta de marketing se empiezan a valorar más personas reales, de diferentes orígenes, culturas, identidades de género, etc.
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Aunque para algunas personas esto signifique aprovechar un momento de visibilidad, el marketing inclusivo lleva un mensaje muy positivo para el mundo, ya que dialoga directamente con las personas, reconociendo sus valores, sentimientos, urgencias, que pueden repeler acciones o abrazarlas. Además, con esta actitud, la marca se posiciona responsablemente frente a los cambios de paradigmas, que ciertamente se reflejan en la forma de ser vista, conquistando nuevos clientes, entre otros factores del mercado.
¿Cómo comercializo de manera inclusiva a mis clientes?
Antes que nada, vale la pena recordar que hacer marketing inclusivo también significa responder a las expectativas del cliente. Según una encuesta preparada por Salesforce, el 90% de los consumidores cree que las empresas sí tienen la responsabilidad de hacer del mundo un lugar mejor, lo cual es cierto. Después de todo, ¿cuántas vidas impactan las marcas, ya sea para bien o para mal?
El primer hecho es sin duda la representatividad, rompiendo así con una secuencia histórica de exaltación de un solo grupo, colocando así a más hombres y mujeres negros, amarillos e indígenas en las acciones de marketing, sin olvidar otras minorías simbólicas, como la población LGBTQ+ y las personas con discapacidad física e intelectual. Y, lo más importante: manteniendo siempre el máximo respeto por estas personas, deconstruyendo estereotipos obsoletos y peyorativos. Por lo tanto, es fundamental contar con un equipo de marketing diverso, sensible a estos temas, dispuesto a escuchar a las personas y comprender los próximos pasos del área en este sentido.
Otro factor es el idioma. El uso de términos racistas y homófobos, por ejemplo, ya no pasa desapercibido y es señalado por el público como un grave error. En algunos casos, incluso puede dar lugar a acciones legales. Por lo tanto, la marca puede ser fácilmente boicoteada y su reputación empañada.
Además, también es importante recordar la accesibilidad, y aquí esa palabra puede significar dos cosas diferentes. El primero es permitir que las personas con discapacidad visual y auditiva, por ejemplo, tengan la experiencia que brinda la marca, comenzando así a sentirse incluidos y respetados. Mientras que la segunda acepción ya está ligada a un contexto más socioeconómico, con alternativas que atienden a diferentes públicos de manera inclusiva.
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experiencias más justas
El marketing inclusivo está ahí para hacer que las experiencias de las personas sean más justas y humanas con las marcas. Dicho esto, elementos como la integridad y la coherencia ética son más que necesarios, lo que no significa que una marca que cometió errores en el pasado ya no pueda redimirse. Reconocer públicamente el fracaso y adoptar una nueva actitud a partir de ahí puede incluso cambiar paradigmas, véase el ejemplo de la marca de cerveza Skol con el eslogan “Se me olvidó el no en casa”, que luego admitió el error, y a partir de ahí lo cambió. si la forma de publicitar la cerveza.
No subestimes a tu audiencia, la gente no es ingenua. Cuando se ejecuta una campaña que exalta de manera deshonesta un cierto reclamo social, su marca puede verse empañada fácilmente. Hoy en día, las personas ya no compran un producto per se, sino también una experiencia con una serie de valores ligados a la marca. Valora la honestidad y la coherencia, solo así los impactos serán realmente positivos.