El empaque y las etiquetas deben diseñarse específicamente para el público objetivo de la empresa. Basados en la identidad visual de la marca, llevan, además de la información esencial, el mensaje sobre un determinado producto o empresa. Son la cara de la marca, la mayor parte del tiempo, en contacto directo con el público.
Un diseño bien diseñado es el primer paso hacia el éxito del producto. Es lo que puede ser un factor decisivo en la elección de compra de un producto o servicio, que llama la atención del público a primera vista. El packaging juega un papel fundamental a la hora de despertar el deseo en el cliente. Por lo tanto, el proceso de creación debe ser coherente e involucrar a varios sectores de la empresa.
El proceso de inteligencia detrás de la creación del paquete va mucho más allá del diseño:
Producción y logística – El trabajo no solo consiste en crear empaques, sino también entender el proceso de producción y la logística de cada producto.
Estructura de embalaje – Este proceso es fundamental para garantizar la calidad del producto para el consumidor, reduciendo los desperdicios, aumentando la vida útil y optimizando la logística. Por eso miramos toda la estructura de este proceso, pensando desde el formato hasta el empaque.
Legislación y normas – El diseño debe considerar todas las reglas determinadas por las normas de los órganos legislativos y esto se considera desde el momento de la creación hasta el desarrollo.
TPV - Punto de venta – Es el principal punto de contacto del producto con el consumidor y, por tanto, es tan importante. La marca debe destacarse en el estante, debe ser percibida y agradable a los ojos del público. Nuestra asistencia incluye todo el proceso hasta la maquetación del PLV, planograma y piezas promocionales.